La Ley Núm. 184 reafirma el mérito como el principio rector en todas las
acciones de recursos humanos, de manera que sean los más aptos los que
sirvan al gobierno. También creó un Sistema de Recursos Humanos
constituido por los Administradores Individuales, basado en criterios de
mayor descentralización, autonomía, uniformidad y equidad. Esto,
conforme a la realidad individual de cada agencia, naturaleza de sus
servicios, necesidades particulares y situación fiscal.
Este nuevo enfoque redefinió las funciones, facultades y
responsabilidades de OCALARH, las cuales están basadas en leyes que
inciden sobre aspectos organizacionales que nos corresponde dimensionar e
implantar a tenor con la Ley Núm. 184.